Uno de los valores fundamentales que cimentaron el movimiento cooperativo radica en la preocupación por la comunidad. Ello, en la convicción de salvaguardar de manera equitativa, además de sostenible, sus condiciones de vida favorables. Se trata de un principio que constituye la base de las acciones y la visión de todas las cooperativas, y al que adhiere plenamente la de Santa Rosa de Calamuchita.
Bajo el lema «Cooperativas: el poder de actuar por un futuro sostenible», se celebra el primer sábado de julio (en este caso, el 2 del corrientes mes) el Día Internacional del Cooperativismo. El tema escogido para la conmemoración de 2016 también se alinea con el lema de la Cumbre Internacional de las Cooperativas – ’Cooperativas: El poder de actuar’, que se celebrará en Quebec, entre el 11 y el 13 octubre.
El Día Internacional del Cooperativismo fue instituido en 1923 por la Alianza Cooperativa Internacional. El origen del cooperativismo organizado data de 1844, cuando un grupo de obreros ingleses, en la localidad de Rochdale, creó una organización con los aportes de sus integrantes. Este grupo de trabajadores compartía sus ingresos en un pozo común para realizar compras. A partir de esos pioneros, surgieron diferentes cooperativas: de trabajo, de servicios públicos, de consumo, de vivienda, de crédito, agrarias, pesqueras, de electricidad, entre otras.
Fortalecidas en la ayuda mutua, las cooperativas son organizaciones que trabajan para que sus asociados puedan alcanzar lo que desean. Cooperar significa trabajar conjuntamente con alguien para lograr un mismo objetivo. Lo relevante de esta actividad es poner en práctica la solidaridad y la ayuda mutua, con sentido de equidad, para poder vivir mejor.