80 AÑOS DE SERVICIOS

La Cooperativa de Santa Rosa cumplió el 4 de abril 80 años de una sólida trayectoria institucional surgida de la asociación voluntaria al servicio de la comunidad, como una de las entidades  protagonistas del crecimiento y el progreso de esta ciudad.

Hace ocho décadas, en 1936, un puñado de vecinos de Santa Rosa, Departamento Calamuchita, decidió reunirse en la casa de José María Gómez -que se encuentra enfrente de la actual rotonda del Monumento a La Madre-, con el objetivo de constituir una Cooperativa de servicios eléctricos, en la convicción de que daría impulso y progreso al pequeño poblado que se congregaba alrededor de la capilla. A la vez, cubriría las expectativas de energía para las viviendas, calles y actividades económicas.

Por ese entonces, Luis Funes gobernaba en forma provisional la provincia de Córdoba y en unos meses asumiría Amadeo Sabattini, elegido por el pueblo. Santa Rosa contaba con un vivero provincial, la escuela primaria Mariano Moreno,  la Comisaría, el Juzgado de Paz, Registro Civil y  la estafeta postal.

 

ACTIVIDADES ECONÓMICAS, PROFESIONES Y OFICIOS

Varios almacenes de Ramos Generales, otros negocios más pequeños, carnicerías, verdulerías y  la panadería, que luego devino en bar y pensión Torino, atendían las necesidades básicas. En lo de Roasenda -La Estancia-, los habitantes podían abastecerse de productos rurales y el viajero podía alojarse en la hostería. La principal actividad económica en esas circunstancias eran desarrolladas por chacareros y ganaderos.

Se hacían cargo de los oficios un peluquero, unos pocos constructores, carpinteros y herreros. Recibían a los niños recién nacidos dos parteras y la comunidad ya contaba con un  médico para atender los requerimientos de salud.

Para comunicarse llegaba el servicio de mensajería, el transporte de Diviú y estaba en construcción la nueva ruta que unía Córdoba con Río Cuarto (por entonces 36; actual   ruta 5), que prometía  prosperidad.

En aquel 4 de abril, Diego Garzón presidió la reunión de vecinos. Julio M. Gómez, quien ofició de secretario, dejaría constancia escrita de todo lo acontecido aquella inolvidable tarde otoñal.

Una comisión provisoria había elaborado el proyecto del Estatuto que llevaron para poner a consideración de los presentes y para que fuera tratado minuciosamente, artículo por artículo. Según el mismo, esta Cooperativa sería administrada por un Consejo de Administración, compuesto de once socios elegidos por Asamblea General Ordinaria.

 

EL PRIMER CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN

 

Ese mismo día estos entusiastas asistentes se convocaron en Asamblea, designando como miembros de la comisión escrutadora a Jesús Recabarren, Armando Dell Acqua y Miguel Carranza. Pasaron seguidamente a la elección del primer Consejo de Administración, con el sufragio de treinta y tres asambleístas, de modo que quedó conformado de la siguiente manera:

Presidente: Diego Garzón.

Vicepresidente: Armando Dell Acqua.

Secretario: Julio M. Gómez.

Pro-secretario: Federico Benítez Ferreyra.

Tesorero: Alfredo Gómez.

Pro-tesorero: Miguel Carranza.

Vocales: José María Gómez, Pedro Roasenda, Gustavo Schüller, Ernesto Recabarren y Manuel Carranza.

Síndicos: Jesús Recabarren, suplente Justino Vélez.

Andrés García y Juan Martínez fueron designados para que firmaran el acta. También estuvieron presentes en ese momento histórico Julio Moyano, Francisco Rodríguez, Samuel Carranza, Juan Oggero, Domingo Argüello, Fortunato Kalas, Alejandro López, José Diviú, Eulogia de Cabral, Estanislao Vélez, Pascual Verde, Jesús Diviú, Teodomiro Vélez, Valentín Corradi, Celso Rinaldi, Héctor Favot, Estanislao Ramón Baños y Leopoldo Medina.

Estos pioneros dieron origen a una institución que habría de crecer y de dar respuesta con el tiempo a los nuevos desafíos: la denominaron, por lo pronto, Cooperativa de Luz y Fuerza Limitada de Santa Rosa de Calamuchita, la misma que este año celebra su octogésimo aniversario. Ochenta años profesando los ideales del movimiento cooperativo, como el esfuerzo propio, la ayuda mutua, la equidad, la igualdad, la democracia y la responsabilidad, entre otros valores que sustentaron la vocación de servicio en procura de un futuro mejor. Valores que se repiten a través de los años y que marcarán, sin duda, el camino de los tiempos por venir.

 

CON EL ESPÍRITU DE LOS PIONEROS

 

A ocho décadas de trabajo y esfuerzo, la Cooperativa de Santa Rosa reivindica aquellos principios que enarbolaron sus socios fundadores, a quienes recordamos, como en cada aniversario, por su aporte de ideas y acciones. Sucesivas gestiones mejoraron los servicios de la entidad, fortaleciendo los suministros de energía eléctrica y agua corriente, así como también incrementando las prestaciones a través de servicios sociales, de telefonía y de internet, todos ellos de fuerte relevancia en términos de calidad de vida.

Ocho décadas después, el espíritu de los pioneros marca la impronta de la actual gestión de la Cooperativa, que tiene por objetivo generar valor a sus actividades, de modo que los asociados encuentren en ella no sólo una entidad de servicio a la altura de sus necesidades, sino también una institución que significa una pertenencia, una seña de identidad y valores comunitarios compartidos.

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